Los estudios han demostrado una relación entre la exposición al glifosato químico, el principal ingrediente del herbicida común Roundup, y varios tipos de cáncer, en particular el linfoma no Hodgkin y otros cánceres de la sangre.
Roundup, un producto vendido por Bayer AG (antes Monsanto), es el herbicida más utilizado en Estados Unidos y en la mayor parte del mundo. Sólo en Estados Unidos, cientos de productos contienen glifosato, entre ellos:
- Roundup
- Ortho GroundClear
- RM43 Control total de la vegetación
- Compara-N-Save Concentrate Grass and Weed Killer
- Herbicida Dow Rodeo
Riesgos del Roundup para la salud
El Roundup con glifosato se vendió por primera vez comercialmente en 1974 por Monsanto, que fue comprada por Bayer AG en 2018. Dado que el glifosato controla las malas hierbas inhibiendo una enzima vegetal que no existe en los seres humanos, ambas empresas han mantenido durante años que su producto era seguro para el uso humano.
Sin embargo, en los últimos años se ha relacionado la exposición al glifosato con daños cromosómicos y en el ADN de los seres humanos, además de con linfomas y otros tipos de cáncer hematopoyético (relacionado con las células sanguíneas). El linfoma no Hodgkin es un tipo de cáncer potencialmente mortal que afecta al sistema inmunitario al estimular la producción excesiva de linfocitos (un tipo de glóbulo blanco).
Investigación y regulación del glifosato
- La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), etiquetó el glifosato como «probable carcinógeno humano» en 2015, y California lo catalogó como «sustancia química cancerígena» en 2017.
- Un estudio de la Universidad de Washington publicado en 2019 examinó la relación entre la exposición al glifosato y la aparición del linfoma no Hodgkin e informó de que los profesionales de la agricultura altamente expuestos tenían un 41% más de posibilidades de contraer la enfermedad.
- Muchas jurisdicciones estadounidenses han prohibido o restringido el uso del glifosato y más de 25 países han aprobado normativas similares.
En el marco de un proceso judicial, se hicieron públicos correos electrónicos internos de Monsanto de 2003 que indicaban que la empresa estaba investigando la relación entre el Roundup y el cáncer, pero no advirtió a los consumidores. En una correspondencia, un toxicólogo de Monsanto explicó a un colega que «no se puede decir que el Roundup no es cancerígeno… no hemos hecho las pruebas necesarias sobre la formulación para hacer esa afirmación.»
Demandas de Roundup
La conciencia pública de los riesgos para la salud asociados con el glifosato surgió en 2019 después de que un jurado federal en California otorgara 80 millones de dólares a un hombre de 70 años que desarrolló cáncer después de usar Roundup durante tres décadas en su granja. El jurado determinó que el Roundup fue un «factor sustancial» en su diagnóstico de cáncer.
También en 2019, un jurado de California concedió un veredicto de 2.000 millones de dólares a una pareja que afirmaba haber desarrollado un linfoma no Hodgkin tras décadas de uso de Roundup. Esa sentencia fue recurrida y la indemnización se redujo a un total de 87 millones de dólares, que también fue recurrida. Sin embargo, el tribunal de apelación confirmó la sentencia, al considerar que había pruebas suficientes en el tribunal inferior para demostrar que «la intransigente falta de voluntad de Monsanto de informar al público sobre los peligros cancerígenos de un producto que puso a disposición de los consumidores en ferreterías y tiendas de jardinería de todo el país».
Hasta la fecha, Monsanto y Bayer han llegado a un acuerdo en más de 96.000 casos de Roundup, y en 2021, un juez federal rechazó un plan propuesto por Bayer para establecer un fondo de 10.000 millones de dólares para resolver las demandas por cáncer relacionadas con el producto y limitar futuras reclamaciones.
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